En todo tiempo se ha reconocido la belleza de esta flor y en ella se han inspirado los poetas. Se dice que el poder oculto de las rosas es tan extraordinario que los antiguos iniciados la consideraron sagrada, ya que encierra el arcano más grandioso de todas las plantas.

Las rosa curan enfermedades físicas además del alma

Las rosas tienen fuerzas curativas no sólo para las enfermedades psíquicas, sino que además también curan el alma. De hecho, el poder de las rosas actúa a la vez sobre el cuerpo físico, la mente y el campo magnético, tanto así la empleamos por vía interna como por vía externa. Ese mismo poder activa la fuente del amor, la juventud y la belleza que se encuentra en el chakra del corazón; en este importantísimo centro es en donde el corazón espiritual y físico se unen.



Donde el corazón físico y el espiritual se unen

Este centro motor (chakra), además de regir el corazón, la sangre y el sistema circulatorio, es el centro que custodia la fuente de la juventud y la longevidad, ya que energetiza la glándula timo, cuyas hormonas activan todos los procesos regenerativos del organismo y en consecuencia el buen funcionamiento del sistema inmunológico y endocrino. Además también al ser el corazón el centro responsable del equilibrio emocional, su mal funcionamiento puede desequilibrar todo el organismo, pero también, a través de él, pueden equilibrarse el resto de los chakras.

La activación y regulación de este centro energético por medio de las rosas, crea a nivel etérico-energético, un poderoso campo electromagnético que vivifica y protege física y psíquicamente todo el cuerpo.



Las rosas rojas aromáticas

Existe una gran variedad de colores y tipos de rosas, todas ellas de una gran hermosura, pero las más empleadas para el tratamiento de diversas enfermedades son las aromáticas. En general los pétalos de las rosas rojas aromáticas se emplean como laxantes y emolientes. En estos casos se aconseja utilizar la siguiente fórmula.



Medio litro de agua.

5 gr. de pétalos de rosa roja aromática.

Se calienta hasta la ebullición y se toman cuatro dedales diarios.



El vino y el vinagre

La infusión y el vino de rosas encarnadas, así como la miel y el vinagre rosado, se emplean en lociones, gargarismos, colirios, como astringentes, tónicos y resolutivos.

En el caso del vino y el vinagre se pueden preparar poniendo a macerar 20 gr. de pétalos secos en un litro de la solución que se quiera tener. Para el caso de la miel rosada se emplean de 10 a 20 gr. de pétalos de rosas rojas secas en una porción de 200 ml de miel. Ambas preparaciones se pueden dejar reposar por 3 ó 4 días y se utilizan según sea necesario.



Para una purga

En el caso de que se quiera realizar una purga suave, que es depurativa del sistema digestivo, se puede comer en ayunas un poco de conserva de rosas junto a un vaso de agua o jugo de frutas . La conserva se prepara haciendo un cocimiento de 100 gr. de pétalos de rosas rojas secas en 300 gr. de azúcar; primero se cuecen los pétalos y luego se muelen para agregar el azúcar.

Después se vuelve a cocer todo hasta que espese, finalmente se envasa y se enfría.

Contra dolores de cabezas se pueden colocar sobre las sienes los petalos frescos de la flor, lo mismo enteros que molidos.

Se recomienda que los pétalos de esta flor se recolecten cuando la flor se halla completamente abierta, se debe desecar a la sombra, extendiéndolos bien para que no se amontonen y conserven su color. Es necesario que se conserven al abrigo del aire y luz.



La esencia de rosas

Otro elíxir muy utilizado es la esencia de rosas, que posee la virtud de alejar la tristeza, la depresión y la irritación, ayudando a recobrar el equilibrio y alegría. De hecho unas gotas de la esencia, diluidas en agua y utilizadas habitualmente como ambientador, limpian las vibraciones las personas y los espacios.

La esencia empleada como perfume se aplica en los lóbulos de las orejas, las sienes, las palmas de las manos, el chakra cardíaco.